Link, el protagonista de The Legend of Zelda, no es más que un niño al empezar la mayoría de sus aventuras. La corta edad del protagonista contrasta con las dificultades a las que se enfrenta, haciendo que la reflexión sobre la niñez de Link sea una cuestión muy interesante de abordar.
Y eso ha hecho Almansa, de Sheikav, en su interesante artículo titulado Creciendo a través de la Leyenda. La madurez del protagonista, expresada a través de sus vivencias en lugar de solamente por su edad, es el hilo conductor de esta disertación acerca de las responsabilidades y visicitudes a las que se enfrentan las personas de corta edad, y como su educación, cultura y/o recorrido vital influye en sus decisiones.
¿Cómo afecta a un niño tener que coger un arma para enfrentarse a la muerte, y de ahí pasa a comprometerse en la salvación de un reino y su princesa? Partiendo de la base que hablamos de ficción, algo así sería impensable en la sociedad moderna, en la que la madurez y la responsabilidad se atrasa cada vez más. Los juegos suelen ceñirse al ciclo mitológico conocido como “el despertar del héroe”, y en la narrativa el protagonista, y el jugador a traves suyo, pasa por una maduración relativamente acelerada debida a los acontecimientos.
Sin duda, el artículo es un buen trabajo interesante de leer y enfocado a un tema poco habitual como es el paso de la niñez a la adolescencia y de ahí a la edad adulta.
Sobre este tema, es también recomendable ver este vídeo, La Senda del Crecer, que narra la evolución de Link en Ocarina of Time:
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