Breath of the Wild, tanto en su versión Wii U como en Nintendo Switch es una maravilla a nivel de diseño gráfico, pero la potencia que ambas consolas tienen no es suficiente para evitar que en algunas zonas del juego se ralentice.
Gracias a la emulación en PC, estas barreras han podido romperse, y los aficionados han conseguido hacer correr la versión de Wii U, gracias al emulador Cemu en su última versión, que el juego funcione a resoluciones mucho más altas que lo que permite el juego en sus máquinas nativas: nada más y nada menos que 4K con un framerate entre 60 y 100 FPS.
La verdad es que el juego luce muy bien, como se puede apreciar en el vídeo que os mostramos, pero el equipo necesario para conseguir esas tasas de refresco y resolución no está al alcance de todos los bolsillos, por no hablar del hecho que de se trata de emulación, no del juego original en su plataforma de origen, que es la mejor manera de disfrutarlo.
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