Imagina que vas caminando por el bosque, y de repente, entre la vegetación, ves algo grande, metálico y oscuro. Parece completamente inmóvil y oxidado, pero… ¿Y si de repente se reactiva?
Seguramente esos pensamientos pasarían por la cabeza de la persona que, caminando por el bosque, se encontró con una antigua pieza de tecnología que recuerda perfectamente a los Guardianes herrumbrosos que aparecen en Breath of the Wild.
Sin duda, a veces no hace falta más que una vieja pieza de motor abandonada en la naturaleza para despertar nuestra imaginación. Ya sabes, si vas por los bosques del norte de Houston y de repente suena una música de piano… ¡corre!