El año 1998 fue un año que quedó muy marcado en el corazón de algunos, ese año ocurrió un hecho muy esperado y cuando por fin llegó, hizo como el César, llegó, vio y venció. Nintendo no sabía lo que había creado, pues era su obra maestra. 1998 es el año en que descubrimos The Legend of Zelda: Ocarina of Time, una aventura que traspasa los límites del tiempo, tanto en el mismo juego como en la vida real. He aquí un análisis del mejor juego de Zelda y el que muchos consideran el mejor juego de todos los tiempos:
Gráficos: 10/10
Fue un gran salto del 2D al 3D, fue el primer Zelda en 3D y sin duda lograron congeniar todo para que quedara perfecto, esos efectos visuales como la lluvia, el fuego, Link al parpadear, los relámpagos, la iluminación… todo detalle es una obra maestra hecha en el año 1998, en el cual los juegos 3D eran un fiasco, salvo Super Mario 64 los demás juegos no eran tan pulidos a nivel de profundidad, Mario y Link fueron los primeros personajes 3D que quedaron a la perfección en su propio juego. Esta gran mejora gráfica para una consola de tan sólo 64 bits, era increíble, pues de los 32 bits que veíamos en Play Station One quedaban ridiculizados (que no quiere decir que sean malos) por los 64 bits de la gran N, tales efectos visuales que se veían en tan poca cantidad de bits eran, en aquel entonces, una puerta a otro mundo lleno de fantasía e imaginación. La cantidad de texturas, objetos, enemigos, personajes, iluminación, paisaje… todos estos elementos que encontrábamos en la pantalla nos hicieron alucinar y soñar. Y otro detalle es la hada que nos acompaña, llamada Navi, su movimiento y aleteo son impresionantes, y sus alas están tan bien detalladas, que parecen de un juego de hoy en día, si se fijan, no es poligonal en absoluto. Hay que decir que el juego usaba paisajes prerenderizados para los fondos, vamos, que no era 3D total y que hoy en día no da tanta profundidad, pero eran otros tiempos. Si emuláis el juego y usáis el truco de levitar destrozareis toda la magia que conseguían esos fondos. Igualmente siguen siendo uno de los fondos más bonitos de aquella generación de consolas.
Música: 10/10
Un lujo para nuestros oídos, tenemos ante nosotros una BSO de unas 82 canciones compuesta por una orquesta en formato MIDI, un formato muy simple que supieron exprimir al máximo, a parte de ello, sus músicas son autenticas obras de arte que nos embarcan en ocasiones en el interior de un volcán, en un desierto, incluso en el hielo, dando la famosa técnica de Richard Wagner, el leimotiv, en los personajes principales y en los lugares, dando un efecto de reconocimiento inmediato en el jugador, quien no me sabría tararear la canción Lost Wood o la canción de Lon Lon Ranch de memoria. Link utiliza una ocarina con la que nosotros tendremos de tocar 12 canciones para que ocurran cosas alrededor del juego para poder avanzar en la historia, como hacer que llueva para llenar un pozo, por ejemplo. Eso hace interactuar al jugador y al personaje con la música. Además, el compositor de la BSO, ni más ni menos que Koji Kondo, tuvo que basarse en el pentagrama de 5 notas de la Ocarina para que todas las canciones del juego congeniasen con la Ocarina y para incluirla en ciertas canciones. Unas dos horas de geniales melodías que te sorprenderán, transmitiendo emociones diferentes para cada momento de la aventura. Una delicia musical que da el toque final al juego, una esencial en este, pues toda la saga tiene mucha pauta musical.
Historia: 10/10
Fue el primer juego de la historia que tuvo de requerir de guionistas y guión para hacerlo (a parte de las ideas propias de Miyamoto), y por ser el primero, es el mejor, su historia es inolvidable, la lucha del bien contra el mal se cierna en el Reino de Hyrule, donde hay razas y las diosas que protegen Hyrule… quien no conoce esa historia. Los guionistas supieron encajar con todo detalle la trama de los templos e ir en busca de todos los elementos necesarios para continuar nuestra épica aventura en busca de la Espada Maestra y, sobretodo, el cambio de Link siendo niño a un Link más adulto es un punto muy interesante en la trama, pues a parte de mostrarnos la madurez y evolución de un personaje también hace que interactuemos con el presente y el futuro, es decir, los viajes temporales, que dependiendo de que acciones hacíamos en uno, influían en el otro, todo muy bien concebido, para que no hubiera lagunas o paradojas temporales (aunque el más atento quizá encuentre algunas, es lo que tiene jugar con el tiempo). Esto último fue un verdadero aporte en la historia de los videojuegos, pues se habían hecho genialidades temporales, como el Día del Tentáculo, por poner un ejemplo, pero aquí se desarrolla de una forma distinta y más enfocada hacía el personaje.
Jugabilidad: 9.5/10
Es el punto fuerte del juego, su jugabilidad es suprema, desde el menú inicial podemos escoger entre tres armas u objetos para ponerlas en los botones C del mando. Su enorme inventario de armas nos da un abanico posibilidades para poder avanzar en el juego buscando como resolver ciertos puzzles. Otro aporte que revolucionó el sistema de los videojuegos fue el modo de combate, el modo de fijar el enemigo, pulsando el botón Z la cámara quedaba fija en el enemigo, una genial manera para contrarrestar la complicación de la cámara en 3D que en otros juegos se volvía loca. Juegos posteriores a Ocarina of Time copiaron su forma de fijar el blanco. Además, su sistema de controles era muy sencillo de entender, asequible para todos. Lo único de dificultaba el poder jugarlo era que en España llegó en inglés, y para el que no sabía inglés pues tenía que jugar o bien con guía o iba deduciendo cual detective. Hoy en día ya esta en castellano gracias a su adaptación a 3DS o por emuladores. Pero tengo que agradecerle al juego que viniera en perfecto inglés, pues gracias a él aprendí de muy joven la lengua para entender lo que jugaba. Otra pega que para mi le aleja de ese diez que le daría sin pensarlo es de la pesadez que tenía el Templo del Agua, que ya siendo difícil de por si, el incordio de ir cambiando las botas de hierro cada dos por tres, ir accediendo al inventario, lastraba bastante la situación. Ese problema se solucionó en Wind Waker, pudiendo poner las botas como objeto en las ranuras, arreglando el tener que ir al menú cada vez que queríamos activarlas o desactivarlas. Por lo demás, es el summum de la jugabilidad por aquél entonces.
Duración: 10/10
Rompecabezas, laberintos, estrategias, nueve templos, encontrar los cerca de cuarenta corazones del juego, las cuatro botellas, encontrar las cien arañas escondidas por todo Hyrule, mejorar la Espada Biggoron, conseguir todas las máscaras y mejoras de armamento, salvar la princesa, descubrir como derrotar los jefes, como mínimo tienes para unos meses con este juego si quieres completarlo al 100%, e incluso se te hará corto de lo bien que te lo pasaras jugando con él. Hoy en día, cuando lo juego sabiéndome todos los secretos y formas rápidas de avanzar en el juego, tardo cerca de treinta horas en superarme el juego al 100%, y sin hacer trampas, así que imaginad el desafío que supone a alguien que lo juega por primera vez. A parte de la aventura principal y secundarias, uno puede descansar de la enorme aventura pescando, haciendo mini-juegos o cabalgar junto a tu caballo y un sinfín más de aventuras que tu mismo puedas imaginar, gracias al amor que han dedicado en hacer este juego.
Mi calificación final: 9.9/10
El juego perfecto, no intentes encontrar uno que le supere, por que no lo hay, ni tampoco encuentres errores porque tampoco los hay, cierto que tiene bugs y que hoy en día se ve un poco anticuado, pero en el año 1998 este juego fue y sigue siendo el diamante en bruto de cualquier jugador, una obra maestra que debe estar en nuestros armarios o en nuestra preciada colección de videojuegos. Un juego como este sólo puede recibir elogios. Es y será por muchos el juego de su vida y uno de los mejores de la historia. Ten por sentado que por sus bases establecidas y su historia perdurará por mucho, mucho tiempo.
Critica hecha por Wertlink5
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