La segunda entrega de la saga The Legend of Zelda vio la luz un año después del primer juego. The Adventure of Link es considerado en ocasiones la oveja negra de la serie, porque se diferenció bastante de su predecesor: scroll lateral, mapa de estilo JRPG, niveles de experiencia, etc. Pero también aportó novedades que se afianzaron en otros juegos: los pueblos, la magia, las técnicas de combate y otros.
Zelda II tiene su particular estilo y si bien el primer juego de 8 bits tuvo un remake para 16 bits (BS Zelda, que no salió de Japón) y podríamos decir que en cierto modo A Link to the Past era una versión evolucionada del mismo, la segunda parte de la saga nunca tuvo otra oportunidad fuera de los pixeles de la NES.
Alexander Landgren, conocido como Alianger, se tomó como un reto personal convertir los sprites y fondos de The Adventure of Link a un estilo de 16 bits, y este es el resultado.
Y estas son recreaciones de pantallas del juego, concretamente del primer palacio:
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