Seguro que todos conocemos el mítico parloteo de Link con sus “Well, excuuuse me, princess!“, o a Link lanzándose a surfear sobre una bomba usando su escudo al más puro estilo Breath of the Wild. Todo aquello ocurrió a finales de los 80, en la serie animada de The Legend of Zelda inspirada por el juego original de NES, y desde entonces ha sido objeto de comedia por parte de la comunidad.
En pleno 2021, y gracias a la usuaria de Twitter kzinssiebroiler, que se ha puesto en contacto con la guionista de dicha serie (eveforward en Twitter), hemos descubierto los entresijos que ocurrieron durante su creación.
Kzinssiebroiler: ¡Hola, soy Brienne! ¿Puedo hacerte preguntas sobre cómo fue hacer la serie animada de Zelda? Si te sobra algo de tiempo, claro.
Eveforward: ¡Claro!
Kzinssiebroiler: Mi gran pregunta es: ¿cuántas referencias os dieron para trabajar en la serie? ¿Os dieron una “biblia” a la que seguir fielmente o una copia del juego y vosotros teníais que saber de qué iba la cosa?
Eveforward: Teníamos una pequeña biblia, y casi ninguna referencia. Alquilé una consola y el juego para probarlo, pero no llegué muy lejos, no tardé en darme cuenta de que la serie no era como el juego y lo acabé dejando. La biblia consistía en algunas frases que definían a cada personaje y cosas como, por ejemplo, que evitásemos combates cuerpo a cuerpo y que los enemigos se “electrocutasen” en lugar de luchar, que los monstruos eliminados reapariceran en la guarida de Ganon, y cosas así, e incluir ese estúpido “Well, excuuuuse me, princess!” al menos una vez por episodio (porque uno de los productores pensaba que era MUY divertido), etc.
Obviamente me da repelús pensar lo sexista que era por la época de los ochenta y en general, todo era muy sexista, y aún así la serie intentaba parecer moderna porque la princesa no llevaba volantes.
Kzinssiebroiler: ¿Recuerdas si esa biblia incluía personajes que no estaban en el juego como Spryte o el Rey Harkinian, o se os ocurrieron a vosotros?
Eveforward: ¡Sí, estaban en esa biblia! Los pocos que se nos ocurrieron estaban solo en un episodio (como el caballero).
Le he preguntado a mi hermano si recordaba algo y parece que hace un tiempo le preguntaron cosas, y aquí tengo una respuesta que guardó:
“No teníamos ni idea sobre el juego, pero mi hijo Max sí. El chico estaba contento porque nos dieron una copia gratuita del juego para jugarlo. Acabé teniendo que hacerle una espada y el escudo de Link de madera. Me vino muy bien el manual de instrucciones para asentar las bases.
La serie de Zelda era casi invisible por aquel entonces, solo la hacíamos los viernes, el resto de los cuatro días laborales la atención del estudio se centraba en el Super Mario Bros. Show, que lo llevaba Bruce y Reed Shelly. Como tenía componentes live-action y se encargaban de cuatro guiones semanales, me dejaron a mí solo con el presupuesto y los requirimientos del FCC. En realidad, es mi manera favorita de trabajar.
Ganon tenía un hábito que ondeaba, y eso es caro de animar, así que hicimos que se teletransportase de un lugar a otro. Era más barato y quedaba muy guay. Las hadas eran un elemento menor en los juegos, y decidí convertirla en un personaje y hacerla mona, porque al igual que muchos hombres que trabajaban en la industria, mi primer primera fantasía sexual fue Campanilla. ¿Recordáis esa escena en la que se mira al espejo y le preocupa que su trasero sea muy grande? A día de hoy todavía me enciende. La llamamos Sprite por motivos obvios (Sprite puede significar hada en inglés) y cuando su nombre fue aprobado por el registro de marcas, pasó a llamarse así para siempre.
Hacer series en las que el villano recupera la paz del mundo me cansó. El villano hace algo malo, el héroe viene y le detiene. El problema con eso es que hace que el villano sea el personaje más interesante, así que decidí darle a cada uno una pieza de la Trifuerza, y así los héroes de la serie tendrían que intentar hacer algo para arrebatarle su pieza a Ganon.
La relación que tienen Link y Zelda se basó en una serie llamada “Moonlighting” (que era muy popular en aquel entonces). Robby London nos dijo (desde Creative Affairs) que teníamos que usarlo como un modelo de relación personal, así que eso hicimos. Lo bueno de Robby es que no tiene ningún problema a la hora de tomar decisiones, y eso ayuda bastante. No tienes que ponerte de acuerdo con las decisiones, siempre y cuando sea firme y rápida. Por ejemplo, a él se le ocurrió la idea del “Well, excuuuuse me, princess!”, basado en la broma de Steve Martin en la que decía “Excuuuuse me”, que era popular en aquellos momentos. Siendo franco, no pensé mucho en la frase y decidí reírme de él repitiéndola mucho, así se cansaría de ella, pero opuestamente a mi creencia, se volvió inmensamente popular, así que dadle las gracias, él sabía lo que hacía. Y John Grusd (quien se encarga de producir los diálogos) solía quejarse de que me pasé media serie haciendo que los personajes se hirieran utilizando ataques que iban por el aire, pero hizo un buen trabajo para que cupiese en el presupuesto.
Mi mejor recuerdo es de Andy Hayward, el presidente de DIC. Se dio cuenta sobre el final del guión de que absolutamente nadie los había revisado, así que se sentó una noche y se los leyó todos, él es así. Pensé que me iba a echar la bronca por la cantidad de pullitas que metí en la serie, pero le gusta que sus series tengan algo de chispa. Cuando lo leyó, me dijo: “¡Todo esto es una joya!”, y no tocó nada.
Por lo general, hacer la serie de Zelda fue muy divertido.”
Vuelvo a ser Eveforward: Me acabo de dar cuenta de que a mi hermano “se le ocurrieron” algunos personajes, y no me había dado cuenta o me había olvidado. Como decía, yo era joven y Rob y yo nos comunicábamos por faxes, principalmente (las llamadas telefónicas las odiábamos y el correo electrónico todavía no existía).
Kzinssiebroiler: ¡Gracias por toda esta información! ¿Te importa si la comparto en capturas?
Eveforward: ¡Adelante!
¿Qué os parece toda esta información? ¿Sabíais algo similar? Podéis compartir lo que sepais en los comentarios.
