Quizás se trata de algo que en principio puede resultar obvio, pues Breath of the Wild es, en origen, un juego de Wii U, y su secuela se ha creado directamente para Nintendo Switch.
Pero la continuidad a nivel estético hace que, en un primer vistazo, parezca más de lo mismo. SIn embargo, si nos fijamos en los detalles, vemos que, a nivel técnico, la iluminación es mucho más realista, los efectos de niebla son más complejos y las distorsiones que crea el agua están más elaboradas.
Estas son algunas de las diferencias que han encontrado en GameXplain, como muestran en este vídeo:
Con todo y con eso, el juego se encuentra en fase de desarrollo, solo hemos visto un primer trailer. Pasarán bastantes meses (esperemos que no años) hasta que el juego esté acabado, y en ese tiempo hay todavía más margen para la mejora.